Muchas veces resulta complicado conocer o saber cómo poder mejorar la relación entre hermanos, más aún cuando uno de ellos sufre esta condición. Uno de los primeros pasos es poder comenzar a construir una relación positiva entre ellos.
1.- El primer paso, y el más importante, es poder comprender que existe un hermano que posee una condición especial, que tiene ciertas particularidades. Se debe ofrecer, de cierto modo, una vista positiva de estas cuestiones apuntando a despatologizar esas características, lo cual es fundamental para poder fomentar lazos de unión que sean estrechos, y firmes en relación a la familia y sobre todo en el caso de los hermanos.
2.- Enseñar a los integrantes de la familia que esta condición que presenta uno de sus miembros trae aparejado formas distintas de relacionarse con los otros y con el mundo. Por lo tanto es importante que ellos comprendan que existen diversas estrategias para poder vincularse, y distintos mecanismos de enseñanza y aprendizaje, las cuales pueden adquirirse por parte de la familia. Esto se puede lograr, por ejemplo, haciendo que los hermanos sean partícipes también de las terapias y de las pautas que los profesionales le ofrezcan. Como adicional a esto se le puede dar una recompensa a ambos por las cosas que logren hacer juntos.
3.- Otro aspecto importante es poder fomentar el juego entre hermanos. Es sumamente significativo que puedan aprender a enriquecerse ambas partes, y así poder establecer esos lazos de relación como hermanos y tener una conexión mucho más emocional, potenciando cada vez más ese vínculo. Puede pasar que, por la diferencia de edades o de las preferencias personales, necesiten un espacio de juego individual, pero es importante que se establezca ese momento compartido para que cada uno pueda observar y enorgullecerse de los éxitos del otro.
-Algunas actividades que puedan disfrutar juntos
Las personas con TEA no aprenden de forma espontánea a organizar su tiempo libre, sino que necesitan una enseñanza explícita sobre cómo planificar y ocupar su tiempo libre.
A la hora de planificar actividades se deben tener en cuenta dos factores: -TEMPORIZACIÓN, hay que hacer visible el tiempo que dura la actividad, es decir que tiene que tener un principio y un final evidente.
-ELECCIÓN, debemos intentar que los niños puedan aprender a hacer elecciones evitando que elijan siempre lo mismo. Se puede utilizar una pizarra, fotos, dibujos, pictogramas, palabras escritas para mostrar de manera visual las posibilidades que existen e incentivar a que pueda elegir una.
Teniendo en cuenta estos dos puntos, debemos pensar entonces, cuales son las preferencias de nuestros hijos y adaptar esa temática de modo que sea accesible según las particularidades de los niños. Una buena opción para fomentar la relación entre hermanos son los llamados juegos cooperativos, en los cuales los jugadores no compiten entre sí, sino que colaboran para conseguir la victoria. Esta es una gran alternativa para trabajar cuestiones en relación al compromiso, la comunicación y el lenguaje, las muestras de cariño y el cumplimiento de reglas. Durante el proceso, los niños prosperan en competencias que serán de utilidad para implementar en su vida cotidiana, sobre todo en lo que respecta al desarrollo de las habilidades sociales y su comportamiento en grupo. Debemos tener en cuenta:
-La edad de los niños ofreciendo propuestas acordes, con reglas apropiadas.
-Presentar actividades que sean más fáciles primero y progresivamente buscar opciones más desafiantes.
-Una buena idea es que los padres también puedan participar formando un equipo en familia!
-Sobre todo, nunca perder de vista que se trata de un juego! Y que el fin último es divertirse juntos. Por lo tanto no debemos transformar la actividad en algo estresante por querer que sea perfecta.
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