Las profesionales del área de psicología trabajamos con los niños y adolescentes, ocupándonos de promover y cuidar la Salud Mental de cada sujeto . En este sentido, se trabaja principalmente sobre el aspecto emocional de la problemática que presenta cada persona que consulta. Fortaleciendo sus destrezas, potenciando sus capacidades como también incluyendo las demandas, preocupaciones y necesidades de cada familia. Así, delineamos cada tratamiento caso por caso , atendiendo a la singularidad y subjetividad del paciente y las particularidades de su núcleo familiar.
Se interviene propiciando la constitución subjetiva , impulsando y favoreciendo aquellos aspectos del desarrollo que se encuentran inhibidos, detenidos y/u obstaculizados. Teniendo en cuenta sus necesidades y posibilidades apostamos a que cada sujeto pueda mejorar su calidad de vida. No solo trabajamos con el niño/a o adolescente si no que consideramos que el trabajo con su familia es fundamental en el tratamiento. Para ello, mantenemos entrevistas de orientación con los adultos responsables, que apuntan a favorecer buenos tratos, vínculos respetuosos y el desarrollo integral del niño, niña o adolescente a fin de que pueda crecer en un ambiente saludable.
Si bien tenemos en cuenta los diagnósticos, priorizamos una mirada humana, subjetiva e inclusiva de los pacientes, fomentando el desarrollo de sus habilidades, capacidades y destrezas tanto en los aspectos psíquicos como sociales.
¿Cómo lo hacemos?
Creemos que el mejor ambiente para abordar el trabajo con los niños, niñas y adolescentes es aquel que le permita sentirse cómodo, respetado y sea reconocido por él como seguro. Partiendo de una escucha atenta se recaban datos de la historia vital y familiar de cada niño, niña y/o adolescente. La escucha atenta y la observación minuciosa de los juegos y actividades son las herramientas fundamentales de las que nos valemos los psicólogos para pensar la posición subjetiva.
A partir de ello, se sitúa una hipótesis respecto al síntoma, malestar,padecimiento o problemática que presenta ese sujeto. Teniendo en cuenta el lugar que ocupa en su núcleo más cercano. A partir de esta lectura se delimita el abordaje más pertinente para cada paciente y su familia y se direcciona el abordaje terapéutico.
Ajustandonos y respetando siempre los intereses del niño o adolescente, el consultorio se ofrece como un espacio privado y seguro en donde s e aloja a cada sujeto . Así, a través de distintos recursos simbólicos como las palabras , los juegos, y los dibujos se lo invita sin prisa a desplegar la problemática por la que atraviesa. Este espacio entre terapeuta- paciente se presenta como un soporte para que cada paciente pueda manifestar o desarrollar paulatinamente su capacidad de expresar angustias temores, miedos, ansiedades y fantasías ya sea a través de actividades, verbalizaciones o juegos. Impulsando la creatividad y la imaginación ya que el juego infantil tiene un lugar privilegiado para esta disciplina.
Acompañamos a los adolescentes para que, mediante la palabra, puedan tramitar las transformaciones propias de la etapa vital por la que atraviesan. Asimismo, buscamos brindar herramientas claras y sencillas que las familias puedan implementarlas en su cotidianidad y el día a día, promoviendo un ambiente armónico en los distintos espacios en los que el niño/adolescente se desenvuelve.
Tarea que realizamos con excelencia, responsabilidad, compromiso y sobre todo la escucha singular de cada uno de nuestros pacientes y sus familias. Además del trabajo individual con nuestros paciente, mantenemos espacios de intercambio como talleres de padres, entrevistas de orientación a adultos responsables que apuntan al acompañamiento personalizado y la contención familiar.
Asimismo ,con el objetivo de r epensar y revisar continuamente nuestra práctica profesional, realizamos encuentros entre colegas donde precisamos las hipótesis clínicas y pensamos en conjunto las estrategias de intervención más adecuadas para nuestros pacientes.
Objetivos generales del área de Psicología
• Reconocer en qué momento y posición subjetivo se encuentra el paciente para delimitar el tratamiento.
• Privilegiar la infancia como momento fundante en la subjetividad del paciente.
• Reconocer al niño en su singularidad más allá del diagnóstico que porte.
• Propiciar un buen vínculo terapéutico.
• Fomentar momentos que permitan crear, sostener y/o desplegar escenas lúdicas.
• Favorecer juego compartido y de interacción.
• Propiciar la expresión de las potencialidades de cada niño.
• Favorecer la comunicación.
• Fomentar la autonomía.
• Minimizar las conductas disruptivas, auto o heteroagresivas.
• Brindar herramientas a las familias para sentirse seguros y capaces de reconocer y hacer respetar las necesidades de sus hijos en los distintos ambientes por los que circula cotidianamente.
• Propiciar y mantener una comunicación constante y fluida entre el paciente y los diferentes espacios donde se desarrolla (familia, otros profesionales de la salud, instituciones educativas y recreativas)..
• Lograr ser un andamiaje entre paciente y estos otros espacios a través del ofrecimiento de diversas herramientas de intervención que mejoren su calidad de vida.
•Mantener una posición de comunicación e intercambio con otras disciplinas favoreciendo el abordaje integral.
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