Entonces… ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de organizar la habitación de los niños con TEA?
La planificación de actividades tiene que perseguir un objetivo: facilitar la tarea a la persona con autismo, en busca de evitar situaciones de estrés o ansiedad. Estas situaciones son frecuentes si los niños no tienen una rutina establecida o un ambiente organizado.
Un paso importante antes de establecer las rutinas es comprender el mundo a través de ellos, para conseguir adaptar las tareas y actividades del día a día a lo que necesitan, y no solo a lo que el resto del mundo espera de ellos..
Se deben considerar diversos puntos a tratar referido a esta temática. Esto tiene que ver con, por ejemplo, tener en cuenta las sensaciones del niño, donde también pueden existir diferentes alteraciones. Lo primero es señalar que las personas con TEA pueden (o no) presentar hiperresponsividad o hiporresponsividad sensorial, en palabras de Vázquez Ramírez (2015), “su umbral para las sensaciones puede ser o muy alto o muy bajo”.
Ante estos sucesos, suelen actuar con ansiedad, oposición, rechazo o berrinches. Para conseguir una cierta flexibilidad mental es importante, el seguimiento de rutinas y organizaciones a partir de, por ejemplo, imágenes y pictogramas, es decir, dibujos que expresan el concepto relacionado con el objeto y/o actividad al que se refiere, y otros estímulos visuales, son una opción para trabajar esta flexibilidad.
En este sentido, es recomendable organizar distintos espacios dentro de la habitación. Esto es, por ejemplo, un espacio de juegos donde se coloquen sus juguetes; pueden colocarse baúles o cajas señalizadas con imágenes de qué contiene cada recipiente. Un espacio de descanso y sueño, donde se indique los pasos a seguir para acostarse; ponerse la ropa adecuada, lavarse los dientes, etc. Y un espacio de vestido/desvestido. Es importante destacar que cada espacio y herramienta utilizada dependerá de cada niño/a en particular.
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