En este pequeño post, vamos a compartirles un hermoso testimonio de " LUPE" , pacientita de Portal Miró.
Llegamos a Portal Miró por recomendación al tiempito que la diagnosticaron, y rápidamente se vieron los cambios en ella, empezó a avanzar en todo sentido, principalmente en el habla, en estar más conectada, esto se sigue viendo en el día a día, el cambio más notorio fue en la comunicación.
Lupe comenzó su tratamiento en Portal Miró en agosto del 2022. En sus primeras sesiones observamos a una niña más bien introvertida, adaptativa, que al momento de expresarse lo hacía por medio de ecolalias diferidas y con un tono de voz muy bajo. Su juego solía ser solitario y muy estructurado, se tornaba complejo desarrollar historias dentro de sus juegos o sostenerlos en el tiempo ya que se observaba mucha desorganización en el mismo. Además, el juego generalmente se daba por medio de la repetición y no había una construcción propia ni un armado de juego simbólico.
Lupe tuvo un episodio repentino, pensamos que se había asustado con algo, pero no se le pasaba, llegamos a la consulta, y ahí nos dijeron que tuvo una pérdida de pautas madurativas adquiridas, estaba pasmada, dejó de jugar, no hablaba y eso lo fue recuperando progresivamente, por supuesto que las terapias ayudaron, también el jardín y el acompañamiento nuestro, las tres patas fueron fundamentales.
Desde el comienzo se trabajó de manera conjunta entre las terapeutas, la familia y la institución escolar, ésto permitió unificar criterios y avanzar con objetivos que favorecieron a la niña en función de adquirir nuevas herramientas para su vida diaria.
Las intervenciones fueron por medio del juego libre y recursos simbólicos, que al comienzo fueron puestos por sus terapeutas para que pueda verse reconocida en un otro, y luego logre poner en juego su propia subjetividad.
A través de la aparición de su subjetividad en el juego, se pudieron plantear nuevos objetivos en pos de continuar promoviendo las nuevas herramientas adquiridas en el plano relacional con un otro, sus terapeutas, entorno sociofamiliar, etc. A partir de ésto, Lupe comenzó a reflejar una personalidad más extrovertida, las ecolalias fueron disminuyendo, su lenguaje comenzó a ser más fluído, logrando formar oraciones y pudiendo de a poco ir insertándose de mejor manera en su grupos de pares, ya que comenzaba a mantener diferentes tipos de conversaciones.
Este avance del lenguaje favorece el acercamiento progresivo a la lecto escritura, Lupe logra reconocer su nombre y las letras que lo componen así como también la utilización de agenda diaria, en la cual dibuja y escribe lo que ella desea. La comunicación e intervenciones en conjunto con el jardín fueron trabajadas durante todo el año, en pos de favorecer el aprendizaje de la niña.
Estamos muy contentos de cómo la vemos, ahora hay otros aspectos que van apareciendo y hay que trabajar, cuestiones relacionadas a la conducta y a su rebeldía, principalmente en relación a cuestiones pedagógicas o escolares, ella no quiere saber nada con el cuaderno y los lápices, suele mostrar ciertas resistencias, pero después afloja y termina haciendo lo que se le pide. Ahora nos espera la nueva etapa de escuela, lo cual genera ansiedad.
Actualmente, Lupe participa de un espacio compartido en modalidad taller, donde se trabaja para potenciar sus habilidades sociales, las niñas pudieron no solo construir un juego de manera autónoma, sino también en construcción con un par, adquiriendo ciertas normas de convivencia, comprendiendo reglas, turnos de espera, etc. Uno de los primeros juegos significativos en el espacio de taller fue “¿Lobo está?”. La terapéuta comenzaba a cantar la conocida canción infantil: “Juguemos en el bosque mientras el lobo no está, ¿Lobo, está?” y las niñas por turno debían ir respondiendo, pero al repetirse la dinámica en el trascurrir de las sesiones, no solo quedaron situadas en las típicas respuestas de “No, me estoy poniendo las medias” “No, me estoy poniendo las zapatillas”, sino que comenzaron a compartir un chiste (lo cual de por sí es muy destacable debido a la literalidad que caracteriza a las niñas en lo discursivo, siendo difícil la elaboración y comprensión del doble sentido), contestando cosas fuera de lo común como, “¡No! me estoy comiendo una pizza con cucarachas”, y luego la otra replicaba con “¡No! estoy tomando jugo de orugas”, es así que, entre risas compartidas Charo pudo ir desenvolviéndose con su compañera (ahora amiga) de manera autónoma sin la necesidad de la terapéuta como interlocutor del vínculo.
Vemos que acá comparten el espacio de taller y se divierten muchísimo, por eso Lupe la invitó a su cumpleaños, si bien había mucho de la propuesta de los animadores, por momentos jugaron y compartieron, también por momentos cada una estuvo en la suya, la pasaron muy bien, estuvo muy lindo.
Si bien hay muchos aspectos sobre los cuales seguir trabajando, como en cuestiones de conducta y oposicionismo, es realmente destacable el trabajo que se realiza de manera conjunta y alineada en todos los ámbitos. El acompañamiento constante de la familia y escuela ha posibilitado que las intervenciones terapéuticas tuvieran un sentido sobre la calidad vida de Lupe.
Lupe asiste a las terapias con ganas y contenta. Recientemente fue a un cumpleaños y cuando volvió pudo decir que ESTABA FELIZ para mí notar estos avances es una felicidad, después de aquel episodio paulatinamente fue volviendo a ser la que era antes. Cuando la diagnosticaron pensé que mi vida iba a cambiar totalmente, que iba a ser traumático, y que no íbamos a poder salir, pero el verano pasado que pudimos salir de vacaciones a la costa nos relajamos, y este año volvemos a ir a la playa.
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